Santo Domingo, RD – Noticentro, Autor: Desconocido, 27 de agosto de 2024
La Junta Central Electoral (JCE) de la República Dominicana ha salido al paso a una polémica que ha surgido en torno a la nacionalidad de una serie de individuos que han sido calificados como hijos de haitianos indocumentados. En una reciente declaración, la JCE aseguró que estos individuos no son de origen dominicano, lo que ha generado debates intensos sobre la identidad y los derechos de los descendientes de inmigrantes en el país. Este tema ha sido históricamente sensible en la región, especialmente en el contexto de la migración haitiana hacia la República Dominicana.
La JCE fundamentó su posición en diversos criterios legales, indicando que la nacionalidad dominicana está determinada por la legislación vigente, la cual establece requisitos específicos para la obtención de la misma. Los voceros de la entidad electoral enfatizaron que, de acuerdo con la Constitución y las leyes dominicanas, aquellos que nacen de padres indocumentados no adquieren automáticamente la nacionalidad dominicana. “Nuestro compromiso es cumplir con lo que establece la ley, y no podemos otorgar la nacionalidad a quienes no cumplen con los requisitos establecidos por nuestra legislación”, expresaron.
La declaración de la JCE ha suscitado críticas y reacciones por parte de diversos sectores de la sociedad dominicana y organizaciones de derechos humanos, que han defendido el derecho a la nacionalidad de los hijos de inmigrantes, argumentando que muchos de ellos han crecido en el país y se consideran dominicanos. “Es inadmisible que se niegue la nacionalidad a niños nacidos en territorio dominicano, independientemente de la situación migratoria de sus padres”, afirmó un portavoz de una organización no gubernamental que aboga por los derechos de las personas nacidas en la República Dominicana.
Este conflicto de identidad también ha resonado en el ámbito político, donde diferentes partidos han tomado posturas sobre la cuestión de la nacionalidad. Algunos legisladores han expresado su preocupación por cómo estas determinaciones afectan la integración y el bienestar de comunidades que, históricamente, han vivido en la frontera entre Haití y la República Dominicana. “Es fundamental que se busquen soluciones justas y humanas, que respeten los derechos de las personas y fortalezcan la cohesión social”, señaló un senador en un discurso reciente.
El debate sobre la nacionalidad de los hijos de haitianos indocumentados no es nuevo. En 2013, una sentencia del Tribunal Constitucional de la República Dominicana determinó que los hijos de extranjeros indocumentados nacidos en el país no eran automáticamente dominicanos, lo que generó una ola de reacciones tanto nacionales como internacionales. Desde entonces, el país ha enfrentado la presión de organismos internacionales para revisar sus políticas migratorias y garantizar los derechos de los ciudadanos sin importar el estatus de sus padres.
La JCE, ante la controversia, ha reiterado su invitación a la ciudadanía a informarse sobre la legislación vigente y los procedimientos para la obtención de la nacionalidad. “La transparencia y la claridad en estos procesos son esenciales. Estamos aquí para asegurar que se respeten los derechos de todos los dominicanos”, afirmó un alto funcionario de la institución.
En resumen, la declaración de la JCE sobre la nacionalidad de los hijos de haitianos indocumentados ha reavivado un debate profundo sobre identidad, derechos y políticas migratorias en la República Dominicana. Este tema continúa generando controversia y visibilizando las complejidades de una sociedad multicultural que busca encontrar un balance entre la ley y los derechos humanos.
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